Un joven Jorge Luis Borges fundaba en 1922 la revista Proa, que a pesar de su corta vida (solo tres números en su llamada “primera época”) logró transmitir al público ilustrado de Buenos Aires la poética que llevaba adelante el ultraísmo, definido por el fundador como “exaltación de la metáfora”.
“El Ultraísmo no es una secta carcelaria. Mientras algunos, con altilocuencia juvenil, lo consideran como un campo abierto donde no hay valladares que mortifiquen el espacio, como un ansia insaciable de lejanías, otros, sencillamente, le definen como una exaltación de la metáfora, esa inmortal artimaña de todas las literaturas que hoy, continuando la tendencia de Shakespeare y de Quevedo, queremos remozar”, anunciaba el propio Borges en la breve texto titulado “Al oportuno lector”, que servía como presentación al primer número fechado en agosto de 1922.
A esa edición siguieron otras dos en diciembre del mismo año y en julio de 1923, cuando el escritor volvía a partir a España —donde permanecería un año— con varios ejemplares de Fervor de Buenos Aires en las valijas y en los bolsillos, dejando trunca la posibilidad de dar continuidad a la revista que había iniciado.

La del propio Borges y las de sus admirados Macedonio Fernánde y Rafael Cansinos Assens, las de Norah Lange, Eduardo González Lanuza, Guillermo Juan, Jacobo Sureda, Roberto A. Ortelli, Rolando Martel, Santiago Juárez, Helena Martínez y Guillermo de Torre, son algunas de las firmas que aparecen en los primeros números de Proa, en los tres casos con grabados de Norah Borges abriendo las ediciones.
Las tres primeras ediciones de Proa para descargar
A continuación, brindamos para su descarga o lectura en línea esas tres ediciones de la revista fundada por Borges, gracias a la tarea de conservación y digitalización realizada por el Archivo Histórico de Revistas Argentinas (AHiRA), proyecto que agrupa a investigadores de letras, historia y ciencias de la comunicación.
Ellos estudian la historia de las revistas argentinas en el siglo XX, así como las trayectorias de quienes las dirigieron, las escribieron e ilustraron; los debates que atravesaron sus páginas; los cruces y diálogos con el periodismo de masas, la literatura, los programas políticos, los lectores y los escritores.
El proyecto es financiado por subsidios de la Universidad de Buenos Aires y de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, radicados en el Instituto de Historia Argentina y Americana ‘Dr. Emilio Ravignani’ de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA).