Desde que Mary Wollstonecraft Shelley inaugurara el género con Frankenstein o el moderno Prometeo, novela a la vez gótica publicada en 1818, el género de ciencia ficción no paró de ganar terreno en la literatura moderna.
Con su evolución y la aparición de autores como H.G. Wells, que le dieron vuelo, el género fue ganando adeptos entre los lectores y nuevos escritores se sumaron a la corriente que, de alguna manera, supuso una revolución en las letras, que acabó de explotar en el siglo XX.
Y así apareció la ciencia ficción social, que terminó imponiéndose como género o subgénero más “serio”, más allá de los vuelos espaciales de Julio Verne, con más de aventura que de ciencia.
Luego, especialmente desde la irrupción de regímenes totalitarios en Europa (como los encabezados por Hitler, Mussolini o Stalin, entre otros) y la emergencia de la guerra fría en la posguerra y la eventual catástrofe nuclear, los relatos distópicos y posapocalípticos encontraron su público y sus autores, especialmente en aquellos que buscaban un análisis ficcional un poco más profundo que sus antecesores.
Seguidamente, analizaremos las similitudes y diferencias, haciendo hincapié en estas últimas, entre esos dos tipos de relatos.
Distopía
La distopía es un subgénero literario de los más atractivos para los autores, especialmente los vinculados a la ciencia ficción, ya que permite satirizar la sociedad presente a través de sus taras emergentes. Y la sátira, como se sabe, es tan antigua como la literatura misma…
Aborda críticas a las sociedades contemporáneas, exacerbando fenómenos indeseables que se expresan solapada o brutalmente en esos momentos y lugares específicos. O mera especulación, pero siempre basada en lo que podríamos llamar hechos reales que se desarrollan en la historia, como el estalinismo y el fascismo (que ha vuelto a ponerse de moda en estos aciagos tiempos).
Si en el siglo XVI Tomás Moro pretendió una comunidad pretendidamente ideal, las distopías expresan lo contrario: sociedades férreamente organizadas sobre la base de poderes usualmente totalitarios.
Son mundos surgidos de la propia evolución histórica o de cataclismos sociales o naturales cuya principal característica es la deshumanización del individuo. Universos futuros donde la opresión y la pesadilla reinan en sociedades en muchos aspectos avanzadas, especialmente en lo tecnológico, y aparentemente perfectas en las que, sin embargo, subyace el horror.
Sistemas que tuvo expresiones literarias en todo el planeta y en numerosos idiomas, pero —por razones que analizaremos en otro artículo—la cultura anglosajona fue la que le dio la mayor cantidad y calidad en cuanto a títulos (novelas y relatos).
Y podríamos situar el principio de esta historia en 1909, cuando el inglés E.M. Forster publica La máquina se para o La máquina se detiene (según la traducción y la edición) en la Oxford and Cambridge Review, para denunciar el abuso de la tecnología y sus consecuencias sociales a gran escala. Es la primera historia de ficción que reúne y desarrolla todos los tópicos de este subgénero.
Algunos títulos a destacar:
- Nosotros de Yevgueni Zamiatin (1920)
- Un mundo feliz de Aldous Huxley (1932)
- 1984 de George Orwell (1949)
- Fahrenheit 451 de Ray Bradbury (1953)
- La naranja mecánica de Anthony Burgess (1962)
- ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick (1968)
- El diario de la rosa de Úrsula K. Le Guin (1976)
- La larga marcha de Stephen King (1979)
- El cuento de la criada de Margaret Atwood (1985)
Apocalipsis o posapocalipsis
Muchos las incluyen en el subgénero de las ficciones distópicas, pero en las historias apocalípticas o posapocalíticas ya no existen lo que define a las distopías: las estructuras sociales, los regímenes estatales.
Como se dijo, en las distopías estamos en presencia de sociedades organizadas sobre la base de poderes totalitarios; surgidas de la propia evolución histórica o de cataclismos sociales o naturales que a propósito deshumaniza a los individuos para mejor oprimirlos y dominarlos.
En las novelas y relatos posapocalípticos, por el contrario, se narran las aventuras de individuos o grupos poco numerosos cuyas peripecias se desarrollan en un terreno decididamente hostil, donde ya no existe lo que conocemos como gobierno, Estados o naciones.
Todas las normas sociales y las leyes han desaparecido producto de una guerra, una catástrofe natural o una pandemia, factores entre los más usuales que pueden haber desatado el cataclismo. Y, consecuente, el exterminio de la mayoría de los humanos, mientras los sobrevivientes tienden a deshumanizarse, por imperio de las cosas, para sobrevivir en medio de la devastación.
Contra la férrea y aterradora organización social de las distopías, en estas historias reina el caos…
Algunos títulos a destacar:
- El mundo sumergido de J.G. Ballard (1962)
- Soy leyenda de Richard Matheson (1954)
- La danza de la muerte (1978) de Stephen King (o su versión ampliada y sin censura: Apocalipsis de 1990)
- Ensayo sobre la ceguera de José Saramago (1995)
- Oryx y Crake de Margaret Atwood (2003)
- La carretera de Cormac McCarthy (2006)