Para muchos, con la publicación en 1950 de La vida breve se inició lo que luego se dio en llamar Boom latinoamericano, que con los años esparció a la consideración del mundo a libros y a autores del subcontinente, como Gabriel García Márquez, Augusto Roa Bastos, el recientemente fallecido Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar y muchos más que hoy son considerados clásicos de la literatura.
Cuarta novela de Juan Carlos Onetti (ya había dado a conocer El pozo en 1939, Tierra de nadie en 1941 y Para esta noche en 1943), en esta obra presenta por primera vez el territorio mítico de su mundo narrativo: Santa María, uno de los universos literarios más ricos y mejor construidos, a la altura de la Comala de Juan Rulfo y del Macondo de García Márquez.
Aquella publicación —dedicada a Oliverio Girondo y Norah Lange— supuso un cambio fundamental en la narrativa en castellano, tanto por su innovador existencialismo onírico como por su técnica, que rompía con el canon vigente hasta entonces al incluir múltiples niveles ficcionales.
“La vida breve es la novela más trabajada de Onetti y una de las más ambiciosas de la literatura latinoamericana, de una audacia y originalidad comparables a las de los mejores narradores del siglo XX”, escribió Vargas Llosa sobre la novela de Onetti, calificando a Santa María como “una antirrealidad”.

A 75 años de su publicación en Buenos Aires por Sudamericana, Alfaguara lanzó una edición conmemorativa de La vida breve, a cargo de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española (RAE y ASALE), coordinada por el académico uruguayo Wilfredo Penco y con un estudio del crítico Emir Rodríguez Monegal.
También incluye un fragmento de Onetti. Los procesos de construcción del relato, de Josefina Ludmer; un capítulo de El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti, de Vargas Llosa; un artículo de Antonio Muñoz Molina, y un poema del mexicano José Emilio Pacheco, cerrando el volumen, bajo el título “Los mundos de Onetti”, con textos de Hortensia Campanella, Juan Carlos Mondragón y Alma Bolón. Completan la edición conmemorativa una bibliografía, un glosario de voces utilizadas por el autor en esta obra y un índice onomástico.
El libro fue presentado formalmente en el stand de la República Oriental del Uruguay en la FIL Buenos Aires.